sábado, 30 de abril de 2011

Filomeno y el culo gamberro

Esta es la breve historia de un niño llamado Filomeno que tenia un culo peón que en el momento mas insospechado siempre hacía de las suyas.

Cuando la maestra le preguntaba la lección en el colegio, el culo, por su cuenta, lanzaba un estruendoso peo, la yufa más sonora, y claro, la clase entera se carcajeaba de la manera más delirante del mundo. Pero a la maestra, que en realidad también le hacia risa el peo del culo de Filomeno, le oecurría que se tenía que contener y mostrarse muy seria.


- Yo no he sidoooo!!! Ha sido el tontaina de mi culo, señooo!!!

Nadie le creia.

El pobre Filomeno, por más cara que pusiera de inocente, y por más que protestase, patalease, gritase, nadie le creia. Le decía a su culo:

- Siempre te estás tirando peos delante de los demás. Dejame en paz!

Pero el culo lo mas que contestaba era era una sonora secuencia de peos:

- Prrrrrffff... prrrfff prrrrprrrrr prrrrrrr

- Pero que cochino eres... -- Decía Filomeno.

- Prrrr prrrrr -- El culo parecía reirse de Filomeno.

Y así en muchas otras ocasiones, como por ejemplo cuando estaba en clase de natación y los peos salian burbujeando desde debajo del agua. Por lo menos asi no hacía ruido. O cuando hablaba con la chica que le gustaba. Ahí si que lo pasaba realmente mal Filomeno.

Lo más sorprendente de todo es que no se hacía peos cuando hacia caca. Nunca. "Pero qué culo tan caprichoso", decía Filomeno.

Pero un día oyó unas historias de unos niños que les pasaba lo mismo pero con el pipí y se enteró de que todos, pero todos todos, consiguieron el control de cuando hacer pipi y cuando no, por lo que ya no se hacían pipi encima nunca más. Filomeno pensó que entonces él podría dominar a su culo para que no lanzara más peos. Y le dijo a su culo:

- Me parece que ya no te vas a hacer mas peos, culete mio.

- Pffff....

El culo parecia como si no tuviera potencia para hacerse peos. Y no salió más réplica del culo de Filomeno. Y Filomeno sonrió satisfecho porque sabia, lo sabia bien de verdad, que ya nunca más iba su culo a echarse mas peos sin su consentimiento.

Y colorín colorado, este peo, digo, culo, ayyyyy, digo cuento, se ha terminado.

PPPPRRRRRRRRRRRRRRFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFFUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMM

Nota del autor: Ayyyy mi culooooooooo

2 comentarios:

  1. Muchísimas gracias por estos relatos tan entretenidos que regalas..... no sabes lo que nos reímos al leerlo, la peque se desternillaba de la risa imaginándose y haciéndose pasar por Filomeno. Vamos que se lo leyó como 3 ó 4 veces muerrrta de la risa. Gracias !!

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  2. Divertidísimo, me gusta tu culo peón. Cuando uno quiere controla su propio destino... o su culo.

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